“Cortar por lo sano” es una buena opción. Porque muchas veces gastamos fuerzas en pensar que podemos recuperar parte de la alegría que ciertos días nos dejaron. Pero la mayoría de esos esfuerzos resultan ser inútiles y al final terminamos naufragando en la isla de los sueños rotos. Sólo nos queda enterrar los recuerdos en un viejo cofre, cerrar los ojos y abrirlos en otro lugar, lejos de lo que pudo ser y no será,mirar hacia delante, reconocer que la batalla está perdida y no volver a equivocarnos en un momento de debilidad, porque sólo conseguiremos hacernos daño. El ser humano es tan torpe que es un genio en eso de tropezar en la misma piedra…
La Mantis Religiosa esa gran desconocida
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario